Crítica | Joker: put on a happy face

Joker (2019) es la nueva interpretación de este personaje de cómic y enemigo número uno de Batman. Todd Phillips (Resacón en Las Vegas, Resacón 2: ¡Ahora en Tailandia!) se pone al mando de esta película que retrata de manera íntima la creación del villano desde sus inicios, cuando Joker era Arthur Fleck. Estrenada en cines en España desde el 4 de octubre.

Is something funny?

¿Quién es Arthur Fleck? Este nombre nos dice poco, sobre todo, confieso, a las personas no expertas en materia de cómics. El apellido, de hecho, es fácil de olvidar; no es interesante, tampoco seductor. Arthur afirma que no le gusta su apellido.

Desde luego se trata de un tipo normal. Alguien sin gracia, pero que sueña con convertirse en una estrella de la comedia. Es una persona indiferente, cuya presencia pasa inadvertida por todos los que están a su alrededor. Es una persona que sufre en exceso, fracasada, y que además es vejada por los que se consideran más fuertes y mejores que él. Además, tiene una peculiar y difícil relación con su madre, a la que cuida. Su vida, es todo un atropello.

Arthur Fleck es un don nadie, pero que tiene firmes aspiraciones, aunque también un trastorno que le hace reír de manera compulsiva sin poder evitarlo. Su personaje es presentado desde el ridículo y el espectador se apiada de él, quizá, precisamente porque su entorno se desentiende. Y él, Arthur, siente una gran autocompasión, desatando finalmente la furia que hay en él, convirtiéndose en el Joker. Logra darse a conocer a su público, y a sus seguidores. De este modo, se da cuenta de que existe, de que siempre lo ha hecho y de que los demás también sabrán de su existencia.

El Joker de Todd Phillips, el archienemigo de Batman, después de diferentes versiones, según cada universo o interpretación tras tantas décadas de existencia, es un ciudadano que raya en la exclusión, que es humillado, que está perdido y ansioso por ser conocido y tener una existencia real. Joker de Phillips es la versión verídica del personaje de DC Cómics.

Joaquin Phoenix, espléndido

Es necesario ver Joker para comprender la magnitud de la interpretación de Phoenix (Gladiator, Her). Aunque él es un actor con grandes trabajos a sus espaldas, que poco o nada tiene que demostrar, después de disfrutar viendo su papel de Joker, su talento está oficialmente fuera de toda discusión. Joaquin Phoenix convierte la película de Todd Phillips en una auténtica y verdadera delicia. Si bien, el filme no sería lo que es sin su director, es Phoenix quien completa la cinta y quien consigue hacer de Jokerla pieza maestra que es. Su interpretación es sobresaliente, tanto cinematográficamente como en esta película en particular. No debe demeritarse al director, pero hay que subrayar que la película que le ha salido a Phillips es gracias a la actuación de Phoenix.

Si el papel de Phoenix es redondo, por lo tanto, impecable, la película no es de diez en su conjunto. Quizá haya faltado perfección en cuestiones artísticas (fotografía, atmósfera cinematográfica) o en el soundtrack que, aunque es fantástico y las canciones te hagan saltar de la butaca, este o los demás puntos no están completamente a la altura del actor protagonista. Quizá es que Phoenix lo haya hecho demasiado bien.

Joaquin Phoenix ha trabajado mucho en el personaje de Joker y ha logrado una transformación física absoluta, repulsiva inclusive, a la par que ha desarrollado una personalidad cautivadora y fascinante, arrolladora finalmente. El trastorno, la risa, su voz, sus movimientos, su baile y contoneos, el cigarro que se lleva a la boca, todo forma parte del mejor Joker de la historia. Por ello, aunque siempre, qué mejor que ver esta película en versión original.

That’s life: “algunas personas disfrutan pisoteando un sueño”

Es difícil no hablar de todas las frases maravillosas que hay en la película. Los diálogos, como Phoenix, son geniales. Pueden encontrarse referencias a la madre o al sufrimiento padecido por Arthur Blake. Atención, el siguiente párrafo corresponde a un Spoiler«My mother always tells me to smile and put on a happy face. She told me I had a purpose: to bring laughter and joy to the world» / «Mi madre siempre me dice que sonría y que alegre la cara. Ella me dijo que tenía un propósito: traer risa y felicidad al mundo». Nada más lejos de la realidad, Joker se transforma en antihéroe y todo toma sentido de paradoja. Finalmente, como también dice, su vida, que creía una tragedia, se torna en comedia. Otra frase muy recurrente en el guion es «I hope my death makes more cents than my life» / «Espero que mi muerte traiga más dinero que mi vida», en relación a la miserabilidad, no solo material, sino también de espíritu en la que se crió y ha vivido.

Toda la situación personal y social que Arthur Blake vive lo forman como Joker. Esta película retrata esos comienzos del villano del cómic desde la perspectiva realista. Es un Travis, la influencia de Taxi Driverdel maestro Scorsese no puede soslayarse. La locura del marginal Arthur es la que ya se vio en el solitario Travis. La historia, los gestos y simbología de Phoenix, la ciudad, los poderosos, todo lo recuerda; es más, De Niro forma parte del reparto. Es fantástico para los amantes de la película de Scorsese encontrar estas referencias. La sociedad crea al antihéroe. La crítica es brutal, como también la burla. Atención, el siguiente párrafo corresponde a un Spoiler: El final de la película es extraordinario. Arthur Fleck es ya el Joker y resume el personaje en el que se ha convertido respecto a la masa social con el siguiente diálogo: – «Is something funny?» / «¿Qué es tan gracioso?» – «I just thought of a funny joke!» / «¡Solo pensaba en un chiste!». – «Do you mind telling it?» / «¿Me lo puede contar?». – «You wouldn’t get it» / «No lo entendería».

Conclusiones

Joker es una comedia y es una tragedia. Es más que una película de cómic, se empapa de realismo. Y, aunque quizá sea la mejor película de su género, Todd Phillips va más allá, rompiendo y construyendo desde el universo DC el dolor real de un hombre arrastrado por la masa, el odio y la indiferencia, logrando un drama estremecedor y divertido.

Sin embargo, Phillips puede darse con un canto en los dientes por haber conseguido esta cinta (sin duda, la mejor de su carrera) ya que el director no hace la película, al contrario, la película lo hace a él gracias a la soberbia interpretación de Joaquin Phoenix, quien ya puede presumir de haber pasado a la historia del cine con su Joker.

Calificación: 9.

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